Quiero cantarle al vino
y a lo poquito que me queda de paciencia;
especialista en andar por las tangentes
y en colapsarme la existencia;
un devoto de la desobediencia.
Y quizá hoy no pasa nada,
pero un día pasará;
quiero romperme el futuro,
para ser buen papá.
Quiero cansarme de pensar y empezar a vivir,
quiero sentir
que vale pena estar aquí;
quiero encarcelarme el albedrío,
sobrevivir a las putas opiniones
y al escozor punzante del hastío;
quiero explicarle a mamá que a la fe
hoy sigo prefiriendo el vacío.
Quiero condensar mis traumas
y un día convertirlos en nobleza;
quiero que me dejen solo,
cuando decida volarme la cabeza.

(coro)

Y quiero estar allí,
yo quiero estar allí,
cuando llegue el día en que la vida nos cobre,
cuando llegue el día en que la vida nos cobre,
cuando el tiempo se acabe y el destino nos sobre,
cuando el tiempo se acabe y el destino nos sobre,
cuando cada persona sea un rostro sin nombre,
cuando cada persona sea un rostro sin nombre
y Dios ya no sea la esperanza del hombre.

Y quiero redimirme,
quiero saber dónde estoy,
qué debo hacer y llegar antes de irme,
lograr esconderme
de este pensamiento que no deja de seguirme.
Quiero alzar la frente,
quiero cortarme la garganta pa’ saber que se siente.
Quiero olvidar que nada importa,
que esto es una muerte larga
y no una vida corta,
que no
puedes evitarlo:
tarde o temprano lastimas a la gente que te importa.
Que conviene habitar la vacuidad,
que el disclaimer es el colmo de la diversidad
y que la felicidad no es alegría,
es tranquilidad.
Quiero brindar por los que buscan respuestas
y siempre encuentran dudas,
por los que siguen insistiendo
en que resulta necesario escuchar la versión de Judas.

(coro)

Y quiero estar allí,
yo quiero estar allí,
cuando llegue el día en que la vida nos cobre,
cuando llegue el día en que la vida nos cobre,
cuando el tiempo se acabe y el destino nos sobre,
cuando el tiempo se acabe y el destino nos sobre,
cuando cada persona sea un rostro sin nombre,
cuando cada persona sea un rostro sin nombre
y Dios ya no sea la esperanza del hombre.

Quiero estar allí,
cuando sequen el mar,
cuando guarden las nubes y no sirva pensar,
cuando el aire se agote y nadie quiera rezar,
cuando al fin entendamos que esto va a terminar.
Cuando la música pare
y ya no quede nada que escribir,
cuando el reloj se detenga y no haya más que decir,
cuando la historia se acabe
y el sol se oculte sin volver a salir.
Quiero estar allí
cuando se extinga la fe,
cuando expiren los sueños y no exista el dolor,
cuando nadie recuerde ni pregunté por qué
y un “para siempre” no sirva ni siquiera al amor.
Cuando los pájaros callen y detengan su vuelo,
cuando la luna se apague y derritan el hielo,
quiero estar allí cuando por fin...
todos tengamos que voltear el cielo.